GUZMAN EL BUENO EN CORDOBA

A las seis de la mañana salíamos con mucha ilusión hacia la ruta del Guzmán el Bueno en la ciudad de Córdoba, después de un tranquilo camino hasta el destino y tras aparcar con más facilidad de la que esperábamos, nos dispusimos a encontrarnos con Luismi que estaba en el punto de salida esperándonos, allí coincidimos y pudimos saludar a algunos paisanos de membrilla como Oscar Valdepeñas o Eva, a la hora en punta daban la salida y como si el demonio viniera detrás de nosotros la gente salió apretando a las bicis pasando a nuestro lado y dándonos la sensación de que nos quedábamos los últimos, pronto empezaron los cuello botella, en los que nos vimos involucrados desde el primer momento, una vez que la gente se estiro, fue cuando empezó la ruta verdaderamente, dejábamos atrás las zonas suaves y empezaba el meollo, la ruta tuvo de todo zonas de sendas que nos recordaban a la vereda del fraile, subidas no tan duras como esperábamos en cuanto a inclinación, pero si difíciles de subir por las grandes piedras que no daban tregua, y bajadas que no se podían hacer ni andando, paisajes de ensueño dignos de los mejores cuadros y ríos que cruzaban la ruta y que nos refrescaban ante el asfixiante calor cordobés, mucha gente apoyando durante todo el camino y muchos avituallamientos para poder parar y descansar un poco, y como postre la famosa subida del culo arrastra, que si os digo la verdad, yo pensaba que era más dura de lo que fue, o no sé si es que sacamos fuerzas de donde no había para no defraudar a todos los que nos animaban orillados en el camino, y después de la no despreciable cantidad de ocho horas de bici entramos en meta para alegría de nuestros cuerpos, eso sí como conclusión final todos estábamos de acuerdo en que cansados de piernas no estábamos, quizás que lo que más nos canso fue tanto bajarte y subirte a la bici.